Félix Guattari La rutina de la vida diaria y la banalidad del mundo tal como nos lo presentan los medios de comunicación, nos rodean de una atmósfera reconfortante en la q u e todo deja de tener verdadera importancia. Nos tapamos los ojos; nos obligamos a no pensar en el pa s o de nuestros tie m pos, que velozmente deja atrás nuestro pasado conocido, que borra formas de ser y de vivir que aún están frescas en nuestra mente y emplasta nuestro f u turo en un horizonte opaco cargado d e densas nubes y mia s mas. Dependemos aún más que nunca de la garantía de que nada está asegurado. La desin t egración de una de ellas ha desestabili z ado el equilibrio de las dos "superp o tencias" de ayer, que durante tanto tiempo se apuntalaron la una a la otra. Los países de la antig u a Uni ó n So vi ética y de Europa del este se han visto arrastradas a un d r ama sin solu c i ón aparen t e. Lo...
Notas y reflexiones sobre filosofía francesa contemporánea