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©Alain Chartier - Gilles Deleuze en Vincennes
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Quisiera[1]
plantear el problema de la economía de los flujos, la vez pasada, alguien
quería una definición más precisa de los flujos, más precisa que algo que
chorrea sobre el socius; llamo socius no a la sociedad sino a una instancia
social particular que juega el rol de cuerpo pleno. Toda sociedad se presenta
como un socius o cuerpo pleno sobre el cual chorrean flujos de toda naturaleza
y son cortados, y el investimento social del deseo, es esta operación
fundamental del corte-flujo a la cual se puede dar el cómodo nombre de esquizo.
Todavía no importa, para nosotros, tener una definición real de los flujos,
pero importa, como punto de partida, tener una definición nominal y esta
definición nominal debe proporcionarnos un primer sistema de conceptos. Tomo como
punto de partida para la búsqueda de una definición nominal de los flujos, un
estudio reciente de un especialista de los flujos en economía política: Daniel
Entier, "Flux et stocks". Stocks y flujo son dos nociones
fundamentales de la economía política moderna marcados por Keynes al punto que
se encuentra en él la primera gran teoría de los flujos en "La teoría
general del empleo y del interés". Entier nos dice: "desde el punto
de vista económico, se puede llamar flujo al valor de las cantidades de bienes
de servicio o de moneda que son trasmitidos de un polo a otro"; el
concepto de polo es el primer concepto por relacionar con el de flujo; el flujo
en tanto que mana sobre el socius, entra por un polo y sale por otro. La vez
pasada intenté mostrar que los flujos implicaban códigos, en ese sentido un
flujo podía ser llamado económico en la medida en que algo pasaba y algo estaba
bloqueada, y algo lo bloqueaba ó lo hacía pasar; el ejemplo eran las reglas de
alianza en las sociedades llamadas primitivas, donde las prohibiciones
representan, por ejemplo, un bloqueo en el flujo del matrimonio posible; los
primeros matrimonios permitidos, o sea los primeros incestos permitidos que se
llaman uniones preferenciales y que, de hecho, nunca son realizadas, representan
algo así como los primeros modos de paso: algo pasa, algo es bloqueado: las
prohibiciones de incesto, algo pasa: las uniones preferenciales, algo bloquea ó
hace pasar: el tío uterino, por ejemplo. Entonces, de todas maneras, hay
determinación de un flujo de entrada y de salida; la noción de polo implica o
está implicada por el movimiento de los flujos, y esto nos remite a la idea de
que algo mana, algo está bloqueado, algo hace manar, algo bloquea. Entier
continua: "se llamara polo a un individuo o una empresa o bien un conjunto
de individuos o de empresas, o aún de fracciones de
empresas...""Allí, están definidos los interceptores de
flujo..." Cuando las operaciones efectuadas por aquellos -los
interceptores de los flujos- pueden ser descritas en un sistema contable
coherente..." Entonces, correlativo a la noción de flujo está la noción de
sistema contable; cuando las operaciones efectuadas, es decir el paso de flujo
de un polo a otro puede ser descrito en un sistema coherente, es evidentemente
expresado en términos del capitalismo, quiero decir que en ese contexto, en el
marco del capitalismo y a nivel de las cantidades abstractas, como el último
residuo de lo que tiene otra amplitud en las sociedades pre-capitalistas, a
saber lo que, en las sociedades pre-capitalistas, se presenta como verdaderos
códigos; entonces cuando una sociedad está completamente descodificada los
flujos saltan a un sistema contable, a una axiomática de las cantidades
abstractas, en lugar de remitir a los códigos calificados; el sistema contable
en el sistema capitalista es el residuo de cantidades, abstracción de la
codificación de los flujos, el capitalismo funciona con base en flujos
descodificados, entonces, esos flujos son captados en un sistema de base
contable; continúa Entier: "todos los bienes que llegan a una misma fase
de trasformación material o jurídica, en el momento en que llegan, se puede
considerar que forman un mismo flujo". He aquí una tercera noción
correlativa: trasformación material o jurídica, "y si se habla de flujos
intercambiados entre sectores industriales, habría que precisar la noción de
sector, se trata de determinar exactamente los flujos de producción, los flujos
de rentas, los flujos de consumo, habría que determinar esos términos
cuidadosamente, tomemos por ejemplo el flujo de renta monetaria, ha constituido
para el total de todas las ganancias en moneda..." ¿Qué quiere decir todos
los bienes en moneda? Es lo que los economistas llaman los salarios nominales,
eso cubre tanto la renta salarial, como los salarios de la dirección, como los
dividendos. Tomemos el ejemplo del flujo de rentas monetarias, éste está
determinado por el total de todos los bienes en moneda puestos a disposición de
todos los individuos que componen la colectividad, la renta de un gran número
de individuos puede ser evaluada con precisión porque es pagada por otras
personas, empresarios, y que es netamente determinada; pero para bienes cuya
importancia no puede ser despreciada, no se puede dar una definición exacta;
vaya, vaya, ¿Hay una esfera de indeterminación en el sector? Sin duda esto está
ligado a algo muy profundo en el sistema contable; para todo eso tenemos una
triple referencia: los flujos remiten, de una parte, a los polos, de otra
parte, a los códigos o a los sistemas contables, de otra parte, en cuádruple
referencia a las fases de las trasformaciones, de otra a los sectores y en fin
a los stocks. Vemos aquí cinco nociones correlativas. Desde el punto de vista
económico, se llamaran stock de bienes y stock de moneda, a los bienes tenidos
y a la moneda tenida por un solo polo; entonces el flujo, es lo que mana de un
polo a otro, entra y sale, y el stock es lo que está relacionado con la
posesión material y jurídica de uno de los dos polos considerados; vemos el
carácter correlativo de las dos nociones; mientras el stock está definido por
esto: la utilidad de los stocks es variable según el caso, pero esta ligada de
una manera o de otra, en un momento o en otro, a la existencia de los flujos,
sin embargo, -se tiene la impresión muy neta de que el stock y el flujo son la
misma cosa relacionada a dos unidades diferentes, la una el paso de un polo a
otro, la otra la atribución a uno de los dos polos, como dos unidades de medida
de una sola y misma cosa-, entonces, la utilidad de los stocks es variable
según el caso, pero esta ligada, de una u otra manera, en un momento o en otro,
a la existencia de los flujos, sin embargo, mientras que los flujos permiten
liberar movimientos de valores entre polos diferentes, los stocks representan una
suma de valores a disposición de un polo; no hay bienes que, en un momento dado
figuren en el stock y no figuren en un flujo, esta es una de las bases de la
contabilidad, puesto que la entrada y la salida de un stock constituye los
flujos, solo el estudio de los flujos permite dar cuenta del rol de las
entradas y las salidas sobre las variaciones de stocks....
Acabamos de ver la correlación de la noción de flujo con cinco
nociones: polo, código o sistema contable, fase de las trasformaciones, sector,
stock. Si intentamos reducir todo eso, creo que la noción de la que yo partía
la vez pasada, opera una tal reducción o reune esos cinco referentes, a saber
la noción de corte-flujo.
Pues la noción de corte-flujo debe entenderse simultáneamente de
dos maneras: se entiende en una correlación del flujo mismo y del código, y si,
una vez más en el capitalismo, se percibe que los flujos son contabilizados, lo
son en favor de un movimiento de descodificación tal que el sistema contable
simplemente ha tomado el lugar de los códigos; entonces se percibe que no basta
hablar de sistema contable, sino que habría que hablar de un sistema o de una
estructura de financiamiento.
La estricta correlación del flujo y del código implica que en una
sociedad, en apariencia -y es nuestro punto de partida-, solo se pueden agarrar
los códigos por la operación que los codifica, es que, en efecto, un flujo no
codificado, es propiamente hablando, la cosa o lo innombrable. El terror de una
sociedad es el diluvio, el torrente: el diluvio es el flujo que rompe la
barrera de los códigos. Las sociedades no tienen temor porque todo está
codificado, la familia está codificada, la muerte está codificada, pero lo que
les da pavor es el hundimiento de algo que hace crujir los códigos. Entonces un
flujo solo es reconocible como flujo económico y social por y en el código que
lo codifica, ahora bien, esta operación de codificación implica dos cortes
simultáneos, y es esta operación de simultaneidad la que permite definir esta
noción de corte-flujo: simultáneamente, en una operación de codificación de los
flujos, se produce, gracias al código, una extracción sobre el flujo, y esta
extracción sobre el flujo define sus polos: entra en tal sitio y sale en tal
otro sitio, entre los dos, esto es lo que hace el corte-extracción, al mismo
tiempo que el código remite a un corte de otro tipo y estrictamente simultáneo,
esta vez se trata de: no hay extracción de un flujo que no se acompañe de una
separación sobre o en el código que codifica ese flujo, si bien es la simultaneidad
de la extracción de flujo y de la separación de un segmento de código la que
permite definir el flujo en preferencia a los polos, sectores, fases, stocks.
Esta noción de corte-flujo se presenta doble puesto que es a la vez
corte-extracción actuando sobre el flujo y corte-separación actuando sobre el
código. Encontramos el mecanismo del delirio: es esta operación doble, esquizo;
lo esquizo consiste simultáneamente en operar las extracciones de flujo en
función de las separaciones de código e inversamente.
Si me doy, de entrada, de una manera nominal, un flujo
indeterminado, la cosa que resbala sobre el socius, esto solo puede aparecer
socialmente como flujo en la correlación codificada, o al menos en el sistema
contable, y el flujo es calificado en función del código, y en la correlación
de los dos, se opera precisamente sobre ese mismo flujo, calificado por el
código, un corte-extracción, al mismo tiempo que por reacción, el código
experimenta o es el asiento de un corte-separación. Separación de código
correlativo a una extracción de flujo. Esta es una descripción formal. Un loco,
a primera vista, es un tipo que hace pasar lo innombrable, es alguien que
arrastra los flujos descodificados: "un dios me habla, pero no es vuestro
dios"; los griegos tenían una noción que es la de demonio, ellos tenían
los dioses y los dioses estaban repartidos, todo estaba bien cuadriculado,
tenían las potencias y los espacios; de cierta manera, se habían acomodado,
eran sedentarios, tenían su territorio y los demonios operaban su codificación.
El sistema religioso, no hay que tomarlo a nivel ideológico, sino a nivel de su
pertenencia al código social; los demonios lo eran ante todo de las potencias
que no respetaban los códigos. En Edipo, hay un texto que se ha traducido mal y
es: "cual demonio ha saltado de un gran salto", texto saltarín
franqueando los límites, era el texto de una potencia innombrable, lo era de la
desmesura, y no forzarmos las cosas, traducimos esa descodificación. Entonces
un demonio habla de tal manera que el loco recibe los flujos descodificados,
emite flujos descodificados, se fuga por todas partes, mezcla todos los
códigos. Edipo corre el riesgo de no prender en él, porque literalmente, Edipo
es un código ridículo. Cuando algo funciona mal, siempre hay que remontarse mas
arriba para ver donde comenzó a echarse a perder (la URSS), y el psicoanálisis
se ha echado a perder, ¿Por qué y cómo?
Derrida ha visto claramente en que sentido el psicoanálisis, al
menos en una de sus primeras intenciones, se opone al código; es un sistema de
descodificación y por esto esa historia se echa a perder. Porque
descodificación quiere decir, o bien leer un código, penetrar el secreto de un
código, o bien quiere decir descodificar en sentido absoluto, es decir destruir
los códigos para hacer pasar flujos en estado bruto; toda una parte del
psicoanálisis se proponía hacer una descodificación absoluta de los flujos de
deseo y no una descodificación relativa, hacer pasar a los flujos el muro de
los códigos, y hacer manar los flujos de deseo en estado bruto. Ahí el
psicoanálisis estaba muy próximo a la economía deseante y, propiamente
hablando, a las máquinas deseantes, productoras de flujos de deseo, y esto lo
vemos en textos de Freud como: "La interpretación de los sueños", donde
dice: ¿qué distingue mi método de la clave de los sueños? La gran diferencia es
que la clave de los sueños propone un código del deseo; Freud dice que ellos lo
tienen todo previsto, que proponen un código sistemático: esto quiere decir
eso, esa es la clave de los sueños; y en la perspectiva de una clave de los
sueños, si se descodifica el sueño se lo hace en sentido relativo, es decir se
descubre la cifra de su código. Ahora bien, Freud dice que el psicoanálisis no
tiene nada que ver con eso, no traduce. Y Derrida lo muestra muy bien en su
artículo sobre Freud, en "La escritura de la diferencia". El
psicoanálisis opera una descodificación absoluta, traduce los códigos en flujos
en estado bruto, y ahí, el psicoanálisis se opone a los códigos. De hecho, al
mismo tiempo, y desde el comienzo, inventan un nuevo código, a saber: el código
edípico que es un código aún más codificado que todos los códigos; y he aquí
que los flujos del deseo pasan en la codificación de edipo, cualquier flujo de
deseo, se lo abate en el grillete edípico. En ese momento el psicoanálisis se
muestra cada vez menos capaz de comprender la locura, pues el loco es
verdaderamente el hombre de los flujos descodificados.
Y Beckett
es el hombre que ha mostrado esto de una manera viviente y convincente, las
extrañas criaturas de Beckett pasan su tiempo descodificando las cosas, hacen
pasar flujos no codificables. La operación social solo puede captar los flujos
en relación con los códigos que operan sobre ellos, en la simultaneidad,
separando los flujos deducidos de cadenas o de códigos, y el loco, ahí, hace
pasar flujos sobre los cuales nada se puede deducir, ya no tiene códigos, hay
una cadena de flujos descodificados, pero no se pueden cortar. Hay una especie
de torrente o de falla del cuerpo, quizá eso es, después de todo, el cuerpo sin
órganos, cuando sobre el cuerpo, o del cuerpo, manan, por polos de entrada y de
salida, flujos sobre los cuales no se puede operar extracciones porque ya no
hay códigos sobre los que se puedan operar las separaciones.
El estado del cuerpo de alguien que sale de una operación
relativamente grave, los ojos de un operado son los ojos de alguien que ha
estado muy cerca de la muerte, o de la locura, siempre, de cierta manera, ha
pasado el muro. Es interesante que, lo que se llama convalecencia, es una
especie de retorno. Ha rozado la muerte, es una experiencia del cuerpo
-extrañamente el psicoanálisis: ¿por qué Freud se sostiene en que hay un
instinto de muerte? él dice su secreto en "Inhibición, síntoma y angustia":
ustedes comprenden, si hay instinto de muerte, es porque no hay ni modelo ni
experiencia de la muerte, en rigor, el admite que hay un modelo del nacimiento,
no un modelo de la muerte, entonces razón de más para construir un instinto
trascendente. Curioso. Quizás el modelo de la muerte, sería algo así como el
cuerpo sin órganos.
Los autores de terror han comprendido, a partir de Edgar Poe, que
la muerte no era el modelo de la catatonía esquizofrénica, sino al contrario, y
el catatónico es aquel que hace de su cuerpo un cuerpo sin órganos, un cuerpo
descodificado, y sobre un tal cuerpo, hay una especie de anulación de los
órganos. Sobre ese cuerpo descodificado, los flujos manan en condiciones tales
que ya no pueden ser codificados. Se temen los flujos descodificados, el
diluvio, porque cuando los flujos manan descodificados, no se pueden operar las
extracciones que los cortan, mientras no haya códigos sobre los cuales se
puedan operar las separaciones de segmentos que permiten dominarlos,
orientarlos, dirigirlos. Y la experiencia del operado sobre un cuerpo sin
órganos, es que, literalmente, sobre su cuerpo manan flujos no codificables que
constituyen la cosa, lo innombrable. En el momento en que respira, es una
especie de gran confusión de los flujos en un solo flujo indiviso que no es
susceptible de extracciones, ya no se puede cortar. Un largo arroyo indomable
donde todos los flujos que normalmente están distinguidos por sus códigos, se
reúnen en un solo y mismo flujo indiviso, manando sobre un solo y mismo cuerpo
no diferenciado, el cuerpo sin órganos. Y el operado loco, cada bocanada de
respiración que toma, al mismo tiempo lo es de baba, el flujo de aire y de
saliva tienden a entremezclarse el uno al otro, de tal manera que no hay
rasgos. Aún más, cada vez que respira y babea, a la vez hay una vaga ansia de
defecación, una vaga erección: el cuerpo sin órganos huye por todos los
extremos. Es triste, pero de otra parte, tiene momentos muy alegres, mezclar
todos los códigos, ahí se tienen grandes momentos, por eso Beckett es un autor
cómico.
Hay que decir, y además, y además, pero eso constituye al loco y
su lugar en la sociedad como aquel por donde pasan los flujos descodificados, y
por eso es captado como el peligro fundamental. El loco no descodifica en el sentido
de que disponga de un secreto del que la gente normal habrían perdido el
sentido, descodifica en el sentido de que, en su pequeño rincón, maquina
pequeñas máquinas que hacen pasar flujos y hacen saltar los códigos sociales.
El proceso esquizofrénico como tal, del que el esquizo es solo la continuación
esquizofrénica, bien, el proceso esquizofrénico es el potencial propio de la
revolución en oposición a los investimentos paranoicos que son fundamentalmente
de tipo fascista.
Llegamos a este último resultado, a saber: la operación económica
de la codificación de los flujos con el doble corte, corte separación y corte
extracción, y sobre el socius en una sociedad esas extrañas criaturas, los
locos, que hacen pasar los flujos descodificados. La formación del capitalismo
es el fenómeno más extraño de la historia mundial porque, de cierta manera, el
capitalismo es la locura en estado puro, y de otra manera, al mismo tiempo es
lo contrario de la locura. El capitalismo es la única formación social que
supone, para aparecer, el derrumbamiento de todos los códigos precedentes. En
ese sentido, los flujos del capitalismo son los flujos descodificados y eso
plantea el problema siguiente: ¿cómo una sociedad, con todas sus formaciones
represivas bien constituidas, ha podido formarse sobre la base de lo que
constituía el terror de las otras formaciones sociales, a saber: la
descodificación de los flujos? La relación intima entre capitalismo y
esquizofrenia, es su común instalación, su común fundación sobre flujos descodificados
en tanto que descodificados. ¿Cómo se hace esta descodificación? Habría que
tener presentes en el espíritu estas dos exigencias: la afinidad fundamental de
la esquizofrenia y del capitalismo, pero al mismo tiempo, en esa afinidad
fundamental, encontrar la razón por la cual la represión de la locura, en el
capitalismo, se hace de una manera increíblemente más dura y más específica en
relación con las formaciones pre-capitalistas. Tenemos, en un caso, una
economía política, una economía libidinal, en el otro caso, una economía de los
flujos descodificados.
Quisiera mostrar que, históricamente, eso se produce en un periodo
de tiempo muy largo -hay máquinas sociales que son sincrónicas, hay máquinas
sociales que son diacrónicas; las máquinas despóticas asiáticas son una forma
verdaderamente sincrónica, el estado asiático de Marx surge de un golpe, todas
las piezas y engranajes del aparato de estado aparecen sincrónicamente. La
formación de la máquina capitalista se extiende por muchos siglos. Es una máquina
diacrónica y ha necesitado dos grandes momentos: el capitalismo no descodifica
los flujos, los flujos se descodifican sobre lo que se llama la ruina y
decadencia de los grandes imperios, y la feudalidad es solo una de las formas
de la ruina y de la decadencia. El capitalismo no procede de la descodificación
de los flujos porque la supone, supone flujos que han perdido sus códigos.
Marx es el autor que ha mostrado la contingencia radical de la
formación del capital. Toda filosofía de la historia es, o bien teológica, o
bien historia de las contingencias y los encuentros imprevistos. El fenómeno
originario del capitalismo hace que esos flujos descodificados en tanto que
descodificados, entren en conjunción. Ahora bien, ¿qué asegura esta conjunción?
Sentimos que, al igual que la historia nos informa sobre los procesos de
descodificación de los flujos, así mismo lo que asegura la conjunción de los
flujos descodificados como tales, solo pueden ser los procesos de un sector
histórico particular. Esta historia del capitalismo, que implica una
descodificación generalizada de los flujos y al mismo tiempo otra cosa, como si
debiera tomar lugar un aparato para conjugar los flujos descodificados; eso es
lo que da al capitalismo su apariencia, pura ilusión, de liberalismo. El
capitalismo nunca ha sido liberal, siempre ha sido capitalismo de estado. Las
historias del capitalismo de estado comienzan en Portugal en el siglo XII. No
ha habido momento en que los flujos se descodifiquen y todo este en estado
libre, y después una recuperación, siendo la recuperación lo malvado. Y si es
verdad que el capitalismo sustituye los viejos códigos derrumbados de las
máquinas de conjugar por máquinas axiomáticas infinitamente más crueles que el
déspota más cruel, aunque de otra crueldad, es al mismo tiempo que se
descodifica y que se capta por otra máquina que es una máquina de conjugar los
flujos descodificados. De ahí la afinidad con la esquizofrenia porque esta
funciona con base en descodificaciones y su oposición a la esquizofrenia, porque
en lugar de hacer pasar los flujos descodificados, los corta y fija de otra
manera, y al hacerlo los obliga a entrar en una máquina que opera las
conjunciones de los flujos descodificados.
Por ejemplo la historia de la pintura. La historia de la escuela
veneciana: hasta muy tarde sigue marcada por el estilo llamado bizantino
mientras que Venecia ya ha avanzado en el capitalismo mercantil, pero ese
capitalismo mercantil y bancario permanece de hecho en los poros mismos de la
antigua sociedad despótica. Y todo el cristianismo encuentra algo así como su
forma pictórica en los agenciamientos, estrictamente, piramidales sobre un modo
jerárquico, que responden a la sobrecodificación despótica. Esos cuadros
bizantinos de la escuela veneciana llegan hasta la mitad del siglo XV, ustedes
conocen ese bello estilo bizantino, y ¿qué vemos? el cristianismo
sobrecodificado, el cristianismo interpretado en el estilo y la moda del
sobrecódigo: el viejo déspota, el padre, Jesús, las tribus de apóstoles. En un
cuadro de Delfioro, hay hilos piramidales que están esparcidos en hileras, la
mirada justa. No solo la gente está codificada y sobrecodificada en el arte
bizantino, sus órganos están codificados y sobrecodificados bajo la gran unidad
del déspota, sea éste Dios el padre o sea el gran bizantino. Se tiene la
impresión de que sus órganos son el objeto de un investimento colectivo
jerarquizado. Sería una locura que una virgen mirara al frente mientras que el
pequeño Jesús miraba hacía otro lado. Para inventar una cosa así, hay que estar
loco; eso no puede hacerse en un régimen donde los órganos están colectivamente
investidos, están codificados por la colectividad y sobrecodificados. En el
cristianismo, los códigos están mezclados pero porque coexisten con los códigos
territoriales de los códigos despóticos, los colores mismos intervienen en el
código pictórico. Y si, en el museo, cambiamos de sala, descubrimos otra cosa,
la gran alegría y también la gran angustia, ellos están descodificando los
flujos y eso no coincide con la explosión del capitalismo, están bastante
retrasados; la gran descodificación de los flujos de pintura se hace alrededor
de 1450, en pleno siglo XV, y es una especie de corte radical: de un golpe,
vemos el derrumbamiento de la jerarquía de los sobrecódigos, el derrumbamiento
de los códigos territoriales, los flujos de pintura devienen locos, pasa un
flujo estallando todos los códigos. Tenemos la impresión de que los pintores,
su posición como siempre en los artista en relación con el sistema social, hacen
cristos completamente pede, hacen cristos completamente amanerados, todo eso es
sexualidad, hacen vírgenes que valen por todas las mujeres, chicos que beben,
chicos que hacen caca, ellos verdaderamente juegan a esta operación de
descodificar los flujos de colores.
Y ¿Cómo hacen? Sucede como si por primera vez, los personajes
representados, devinieran poseedores de sus órganos: es el fin de las
codificaciones jerarquizadas de los órganos, los investimentos sociales de
órganos; he aquí que la virgen y cada personaje se ponen, literalmente, a
conducir su propio asunto; el cuadro huye por todos sus extremos: la virgen
mira de un lado, hay dos tipos que miran al pequeño Jesús, un tercero mira por
ahí como si pasara algo, hay escenas en segundo plano, el cuadro estalla en
todas direcciones donde cada uno se pone a poseer sus propios órganos. No están
locos, alguien de la escuela veneciana hace una creación del mundo no creíble:
generalmente la creación del mundo a la bizantina, se hacía en orden
jerárquico, había una especie de cono o de gran pirámide del orden despótico y
abajo el resto, los códigos territoriales; la creación del mundo que me
interesa es una salida: el Buen Dios está en el aire en una posición de
corredor, y da la largada, tiene delante de él a los patos y a los pollos que
van a todo correr, y en el mar los peces también corren, Dios empuja todo eso,
es el fin de los códigos.
Y ¿qué hacen con el cuerpo de Cristo? El cuerpo de Cristo les
sirve de cuerpo sin órganos; lo maquinan en todos los sentidos, le dan
actitudes amorosas, de sufrimiento, de tortura, pero sentimos que se trata de
la alegría. La perspectiva, ustedes comprenden la perspectiva, es solo un
truco; los que pasaron por ahí, no tenían necesidad de ella, sus problemas eran
otros. La perspectiva son líneas de fuga, solo puede servir a una pintura de
descodificación, pero es secundaria, cuenta en la organización de un cuadro.
Entonces, ¿qué hacen? Vemos desprenderse la cadera de Cristo, vemos aparecer el
manierismo, todos los cuerpos del suplicio, todo eso sirve de cuerpo sin
órganos, San Sebastián con sus flechas en todos los sentidos; una vez más, en
ese trastorno del sistema pictórico, la perspectiva es solo un pequeño truco.
Esa descodificación generalizada de los flujos, debe ser retomado por algo
diferente a un código y, en efecto, ya no hay código pictórico, lo que surge es
una extraña máquina pictórica de puesta en conjunción y que va ha hacer la
unidad del cuadro, que ya no va a ser una unidad significante de código o de
sobre código, va a ser un sistema de ecos, de repeticiones, de oposiciones, de
simetrías, va a ser una verdadera máquina conjuntiva, pues se trata de poner en
conjunción flujos de colores y trazos descodificados. Hay una verdadera
axiomática pictórica que va a reemplazar a los códigos desfallecientes.
El capitalismo no se forma por la simple virtud de la
descodificación de los flujos, solo aparece en el momento en que los flujos
descodificados en tanto que descodificados entran en conjunción unos con otros.
Marx lo ha dicho, es la gran teoría de la contingencia. En Roma, como al final
de la feudalidad, la descodificación de los flujos ha implicado una nueva forma
de esclavismo y no del todo el capitalismo. Ha sido necesario el encuentro
entre flujos de capital descodificado y flujos de trabajo desterritorializado.
¿Por qué se realiza éste encuentro? Los remito a Marx en la acumulación
primitiva, con una condición, porque la acumulación primitiva es un asunto
peligroso, si decimos: si, acumulación primitiva, es lo que ha servido al
proceso de acumulación, lo diríamos también de la formación de los stocks al
inicio del capitalismo. Hay que ver que la acumulación primitiva es llamada
primitiva para distinguirla de otras formas de acumulación, pero no es
primitiva en el sentido en que lo habría sido en un primer momento...
El funcionamiento del capitalismo, aun tomado en su esencia
industrial, es un funcionamiento bancario y mercantil, es necesario sostener
que el capitalismo es esencialmente industrial, pero que funciona por su
sistema bancario y sus circuitos mercantiles. ¿Por qué? Hay una especie de
conjunción; el capital empieza a controlar la producción, pero ¿es la primera
vez? No; pero si retomamos el análisis de Marx, y Marx insiste en eso: de
cierta manera siempre ha existido el control de la producción por el capital,
pero de otra manera aparece con el capitalismo. Quiero decir que aún en la
perspectiva de un capitalismo bancario y mercantil, los bancos y los mercados
se reservan un monopolio: al inicio del capitalismo, la manera como el
capitalismo mercantil inglés prohíbe a los capitalistas extranjeros comprar
lana y paño; en ese caso, esa clausula de exclusividad es una forma bajo la
cual los capitalistas mercantiles locales aseguran el control de la producción
puesto que los productores solo le pueden vender a estos, hay que señalar dos
tiempos: un primer tiempo: cuando los capitalistas mercantiles, por ejemplo en
Inglaterra, hacen trabajar a su favor a los productores con una especie de
sistema de delegación donde el productor deviene como un subcontratista, ahí,
el capital comercial se apodera directamente de la producción, lo que ha
implicado históricamente el gran momento en que el capitalismo mercantil se
pone en guerra contra las ligas, es decir las asociaciones de productores.
Lucha entre los productores que no veían sin inquietud su avasallamiento al
capital mercantil, y el capitalismo mercantil que, al contrario, quería
asegurar cada vez más el control de la producción por ese sistema de
subcontratación. Pero habría, como dice Marx, un segundo tiempo...